Un festejo especial
El hermetismo y la ansiedad existentes en la concentración chilena abrieron un paréntesis al festejo el pasado 12 de junio. Allí, en Nelspruit, los pupilos de Marcelo Bielsa quitaron sus mentes del inminente debut por el Grupo H ante la selección de Honduras para dedicarse a una tarea especial: la celebración del cumpleaños número 22 de Mauricio Isla.
“La verdad es que nunca había pasado un cumpleaños en una situación similar, tan lejos de mi gente y en una concentración. Pero no puedo quejarme, ¡fue buenísimo estar rodeado de compañeros y en un Mundial!”, confiesa el chileno en diálogo exclusivo con FIFA. Y agrega: “Además no me hicieron ninguna broma pesada ni nada, comimos pastel y celebramos juntos”.
El futbolista del Udinese sonríe con ganas. Y tiene varios motivos para hacerlo: por un lado, su merecido homenaje en la interna del plantel. Por el otro, el esperado debut contra Honduras del próximo 16 de junio. “Jugar en el último día no creo que sea una ventaja, aunque tampoco estamos tan ansiosos. Sí, queremos salir a la cancha, mostrar quiénes somos y lo que podemos hacer, pero ya llegará el momento”, aclara con la paciencia de un veterano.
No obstante, la mesura que pregona su última expresión dejar un lugar al entusiasmo a la hora de confesar sus deseos en la cita sudafricana: “Queremos ser campeones del mundo. Sabemos que tenemos la oportunidad este año y eso es lo que nos hemos propuesto”.
Bielsa, ¿el Loco?
El Huaso, tal como lo llaman en la intimidad, cuenta con un dato curioso en su trayectoria internacional: debutó con la selección mayor antes que en la Universidad Católica de Chile, en un caso que recuerda al del argentino Javier Mascherano en Argentina. Justamente ambos consiguieron esa marca bajo la dirección técnica de Marcelo Bielsa…
“Bielsa ha probado su valía y nos ha enseñado muchas cosas sobre fútbol: cómo jugar y movernos juntos, defendernos en grupo… todo viene de él”, explica el volante. “Desde su llegada, tenemos mucho más despliegue y todos corremos a ocupar espacios en el campo. Lo demostramos durante la eliminatoria, pero ahora queremos demostrarlo también en el Mundial”.
El rosarino, apodado El Loco, ha debido trabajar duro para introducir sus conceptos en el equipo chileno. “Al principio fue un poco extraño, porque no estábamos acostumbrados a esos métodos de trabajo. Pero nos enseñó cosas nuevas y fue realmente fabuloso”, elogia quien, generosamente, comparte su interpretación sobre el apodo de su entrenador…
“Creo que está relacionado a su pasión por el fútbol, y la conexión que tiene para con su profesión. ¡Está todo el tiempo pensando en fútbol y en jugadores! Si alguien le nombra a un futbolista de cualquier rincón del planeta, él seguro que lo conoce. Por eso creo que es una gran virtud”.
¿Será esa virtud la que lleve a Isla y sus compañeros a la victoria el próximo 16 de junio? “Esperemos que sí. Nosotros sabemos a lo que vinimos y para qué estamos en este torneo. Queremos mostrarle al mundo de lo que Chile es capaz”.
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